Por Jesús Mesa.
La tripulación del Santana #17 Lo tenía muy claro al llegar al campamento: rueda de repuesto, jericanes, planchas y gato hidráulico, a la cabina. La baca se quedará en el lugar de la acampada, donde en manos de alguien cobrará nueva vida convertida en quién sabe qué.
A partir de ahora, el Santana de Paco y Naty es más aerodinámico.
La anécdota de la baca nos ha permitido acercarnos un poco más a Naty y Paco. Este matrimonio natural de Málaga ha mostrado desde el principio un fuerte entusiasmo por los contrastes que ofrece Marruecos: "En dos días hemos pasado de dos mil metros de altitud con nieve y bosques de cedro, a la arena del desierto y un sol de justicia", apuntaba Paco.
Y Naty se mostraba fascinada por las sensaciones del país: "Estuvimos hace 30 años aquí con un viaje organizado y conocemos la zona del norte: Tetuán, Tánger, pero este viaje nos esta trasladando a otro tiempo."
Naty, enfermera, y Paco, militar, llegaron a Santana Trophy por la afición de Paco a estos clásicos y el espíritu aventurero de Naty. Paco nos cuenta cómo ocurrió: "Cuando compramos el coche estuve buscando en Internet todas las fuentes de información posibles para mantenerlo de forma adecuada. A través de unos foros encontré Santana Trophy. Me pareció muy curioso y creí que podría ser una bonita experiencia. No hizo falta mucha persuasión para que Naty se apuntara a la aventura."