ETAPA #1 2023- UNA ETAPA DE ALTURA - Camp#0/Guercif/Talsint

Texto: Ayoze Álvarez
Fotos: Jota Alemán
Traducción: Elvira Avilés

(english version below)

El segundo briefing de la Santana Trophy comienza puntual a las 08:00 entre las jaimas del Camp 0. Los equipos están más que preparados: están ansiosos. La dirección de la carrera reseña información importante sobre el roadbook que los participantes aún no conocen. Hace ya una hora el Coche 0 partió para verificar la pista y colocar las balizas tan ansiadas por los equipos que quieren demostrar su valía en navegación.

Parten primero los equipos pares. Media hora después lo harán los impares. En la salida el primer sello acredita que los equipos salen en hora. Nadie quiere penalizar. Hay 320 km. por delante. Los primeros kilómetros son carretera y el siguiente waypoint horario azuza en la mente de los participantes que se dan prisa para llegar.



La etapa más larga de la edición avanza por diferentes tipos de pista con varios ritmos. Cuando las ruedas tocan pista la subida a un puerto exigente con curvas largas y cerradas arroja estampas épicas de los Land Rover que sorprenden incluso a los lugareños. La coronación del puerto exige estar atento porque los primeros desafíos de navegación son claves en este punto: los primeros líderes se decantarán aquí.

El paisaje cambia radicalmente y de las pistas anchas y en cuesta entre bosquecillos entramos en una interminable alfombra de camel grass. Cordilleras moldeadas por el viento nos acompañan un rato y el Plateau de Rekkam nos sorprende con llanuras enormes donde decenas de roderas se entrecruzan en diferentes direcciones buscando una pista que no existe y que se difumina. Son buenos kilómetros para realizar adelantamientos, para rodar en paralelo apretando el acelerador.



Algunos coches ya empiezan a sufrir, pero todo son averías leves que les permiten continuar. Vuelve el camel grass y las pistas se estrechan, se rompen en miles de pequeñas rocas. El paso impasible de los oueds abre en canal la pistas y los excesos de velocidad exigen trabajo a tambores zapatas para poder continuar la ruta de Santana Trophy. Los tramos rocosos se van intercalando con pasos muy difíciles y si kilómetros antes los equipos disfrutaban de la velocidad ahora el paso es lento, tortuoso. El agua que la tierra no ha podido tragarse de las últimas lluvias se estanca en un pequeño lago en torno al que un pastor de dromedarios da de beber a sus animales, imperturbables ante el ronquido de los Santana y los Defender. De aquí en adelante vienen kilómetros de vértigo, de poner la marcha más larga y estar atento al roadbook porque en lo que la vista abarca se derraman pistas larguísimas que se pierden en el horizonte.

De nuevo a toda velocidad pasamos el último tramo de carretera entre montañas, vadeando oueds, mientras la tarde cae inexorable sobre los últimos equipos rezagados (pocos, pues la gran mayoría ha rodado rápido durante todo el camino). Llegamos al segundo campamento. Es hora de preparar la etapa de mañana, de reponer fuerzas, de arreglar averías y, si queda tiempo, de descansar.



________________-

Stage 1 Camp#0/Guercif/Talsint


Words: Ayoze Álvarez
Photos: Jota Alemán
Translate: Elvira Avilés

The second Santana Trophy briefing starts at 8.00am sharp among the tents in Camp 0. The teams are more than ready, anxiously listening to important information about the roadbook. Car 0 left an hour ago to verify the track and set the markers for the teams to find.
The even numbered teams are the first to leave, the odd ones just half an hour later. The first stamp, right at the start, verifies they leave on time; no one wants to lose points. A long 320km comprise this stage, starting off with paved road, the next Timed Way Point looming ahed of them and urging them on to go just a bit quicker.



This edition’s longest stage is composed by different types of roads that require different rhythms. As the Land Rovers sweep up a mountain port littered with long tight curves, their classical lines paint epic pictures against an the incredible backdrop that id Morocco. As the port ends, it’s time to pay close attention to the navigation: this is where the first leading teams will start to roll ahead.
The scene changes drastically: from long and wide tracks to an unending plateau of camel grass. The soft mountains give way to the Plateau de Rekkam, an immense expanse criss crossed by dozens of tire tracks, remnants of the teams’ search for the right way. It’s a good place for take-overs and for parallel driving, enjoying the fast pace.



Some of the cars suffer their first small breakdowns; luckily, nothing that will stop their way. The camel grass expanse continues and then the tracks become tighter, breaking into a million small stones. Oueds crack the paths and force the cars to make good use of their brakes. The rocky terrain makes for a very slow pace, a wild contrast to the fast tracks they’ve left behind. The recent rains have half filled a small lake where a dromedary herd drinks their fill, completely unfazed by the Santanas and Defenders roaring around them. From here on, the scene opens up again, this time with long, unending parallel tracks that makes it imperative for the teams to pay very close attention to the roadblock.



The stage ends at a fast pace as we cover the last stretch of road between the mountains. The last rains of the setting sun push the straggling teams towards the second camp. Its time to prepare for tomorrow, which means fixing whatever need fixing and, if there’s time, grab some rest.