ETAPA UNO ALGECIRAS – TANGER MED – MEKNES. UN BUEN COMIENZO

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Texto y fotos: Jota Alemán
Versión en Ingles: Elvira Avilés

Este siempre es un día largo y duro para Santana Trophy. Lleno de gestiones administrativas y aduaneras, y de tiempos muertos entre ellas. Toca embarcar en el ferry, cruzar el estrecho, desembarcar en el puerto de Tanger-MED y pasar la aduana alauita. Algo rápido de contar pero más lento para vivir. La emoción aguarda en cada uno. Más tarde la desatarían para su disfrute.



En el mismo puerto, les llegan las primeras indicaciones y consejos sobre las buenas y malas prácticas. Mientras se desarrolla el briefing, otra parte de la Organización montaba los dispositivos satelitales en los Land Rover de los participantes. Contado casi en silencio les llega uno de los objetivo del día: Huir del civilizado y poblado norte de Marruecos lo antes posible a través de 250 kilómetros por autovía. Son rápidos, monótonos e insalvables, pero ofrecen el primer choque en la mente de los aventureros. Algo bien distinto a lo que esperaban ver. Paisajes de valles muy abiertos cargados de agua, que cambian constantemente sin que uno se percate por completo de ello.



Tras esos pocos cientos primeros kilómetros, emprendían camino –roadbook en mano- por el extenso bosque de eucalipto y alcornoque de Mamoura -uno de los últimos reductos de norte alauita para el primer contacto ‘fuera de pista’-. Aquí, los repetidores jugaban con algo de ventaja. Lo han abordado, eso sí, a través de un nuevo recorrido, por una pista menos conocida y que aglutina mas pasos arenosos.

El convoy de Land Rover Santanas y Series se adentraba unos kilómetros más que en ediciones anteriores en la espesura de este bosque tan conocido y salpicado en todo su territorio en esta edición por el imprevisible barro. Esta sorpresa en la comedida toma de contacto para pisar tierra y empezar a probar el comportamiento de estos clásicos, así como las posibilidades de cada uno, ha extendido la sensación de diversión.



Los equipos con los dorsales 25 y 32, de los Rollet y el Overland Project respectivamente, llegaban al control final fuera de tiempo. Aunque como todos los demás se esforzaban en encontrar las balizas puestas por la Organización. Todos –excepto Pipo y Philippe- se dejaban una.




La carretera los devolvía en dirección hacia Meknes. En ese punto, tocaba pagar el precio de tan inesperado y agradecido escarceo por tierra y barro. Todavía les aguardaba un enlace largo hasta llegar al hotel donde hacen noche. Mañana, despedirán a la carretera y desatarán mas emociones, anhelos y expectativas. Ha sido un buen comienzo.


STAGE ONE ALGECIRAS – TANGER MED – MEKNES. OFF TO A GOOD START

The first day is always one of the longest and most tiring days at Santana Trophy: crossing the border, the paperwork required for it and the waiting times between this definitely take their toll. It’s time to board the ferry to cross the Strait and disembark at Tanger-MED, a longer journey than one may initially think. Each team keeps their emotions at check, ready to let loose during the best part of the day, which would come later.



At the port the teams get their first instructions and advice for good and bad practices. While the briefing takes place, the rest of the Organization install the satellite-connected tracking devices in the teams’ vehicles. There is an untold urgency in the air that drives them towards the first goal of the day: to leave the populated north of the country behind as soon as possible, through 250km of highway. Although monotonous and inevitable, they are quick, and offer the participants a small shock: certainly these are not the landscapes they were imagining, of open valleys chock full of water, greenery in a constant but imperceptible state of change.

After these first few hundred kilometres they enter the extensive Mamoura forest, roadbook in hand and surrounded by eucalyptus and cork oak. This is one of the last chances the north of Morocco offers for a bit of off road driving, and the returning participants have a bit of an advantage, although the path this year was a less known one, with more sandy patches.



The Land Rover Santana and Series convoy drive deeper into the forest than in previous years, and the recent rains have turned a large part of the ground to churned, unpredictable mud. This surprise in this first contact with dirt is a good chance to test these classics and their response, as well as each one’s possibilities, and has really extended the fun of the first stage.

Numbers #25 and #32, teams Rollet and Overland Project respectively, reach the final control post past the allowed time. Like everyone else, they try their hardest to find the marks set by the organization, but only the team formed by Pipo and Philippe find all of them. 



The road takes them back towards Meknes, where they pay the price for this unexpected but fun occurrence. They still have a long drive to the hotel where they will spend the night. Tomorrow they will say goodbye to the roads, to unleash more emotions, desires and expectations. We’re off to a good start.